CAMINO DE LA PATRIA
Cuando se puede andar por las aldeas y los pueblos sin ángel de la guarda.
Cuando sean más claros los caminos y brillen más las vidas que las armas.
Cuando los tejedores de sudarios oigan llorar a Dios entre sus almas.
Cuando en el trigo nazcan amapolas y nadie diga que la tierra sangra.
Cuando la sombra que hacen las banderas sea una sombra honesta y no una charca.
Cuando la libertad entre en las casas, con el pan diario, con su hermosa carta.
Cuando la espada que usa la justicia, aunque desnuda se conserve casta.
Cuando reyes y siervos junto al fuego, fuego sean de amor y de esperanza.
Cuando el pueblo se encuentre y con sus manos, teja él mismo sus sueños y su manta.
Cuando de noche grupos de fusiles no despierten al hijo con su habla.
Cuando al mirar la madre no se sienta dolor en la mirada y en el alma.
Cuando en lugar de sangre por el campo, corran caballos, flores sobre el agua.
Cuando la paz recobre su paloma y acudan los vecinos a mirarla.
Cuando el amor sacuda las cadenas y le nazcan dos alas en la espalda.
Sólo en aquella hora, podrá el hombre decir que tiene Patria.
CARLOS CASTRO SAAVEDRA.
Escriba que enseñanza le deja esta lectura y haga una comparación con su vida.
TEMA: MIS DERECHOS Y MIS DEBERES
DECÁLOGO DEL BUEN CIUDADANO
Razón tenía Montesquieu al afirmar que aquello que da unidad, solidez e incorruptibilidad a los grupos humanos y al Estado no son las leyes, ni las cosas, ni las costumbres, sino los principios y valores que los rigen.
Anota dicho autor que la sociedad totalitaria o despótica se basa en el principio del temor; la sociedad aristocrática y monárquica en el honor; la sociedad democrática en la virtud ciudadana o “espíritu cívico”.
Enhorabuena la Nueva Constitución y la Ley General de Educación insisten sobre tales valores del espíritu ya que si queremos hacer posible una convivencia armónica, más que leyes y organización se deben cultivar los valores ciudadanos.
He aquí, en forma de decálogo algunos de ellos:
1. Conocer y apreciar la historia, la geografía, las manifestaciones culturales de la propia patria y del universo entero, ya que somos ciudadanos del mundo.
2. Amar su tierra, sus gentes, sus riquezas naturales, su ambiente ecológico, o sea, vivir en armonía, cuidar, respetar y proteger nuestro entorno físico y humano.
3. Defender los bienes públicos (recursos naturales, ecología, espacios públicos) evitando su deterioro y contaminación y utilizar racionalmente los bienes privados evitando su despilfarro y el atentado contra el beneficio común actual y de las futuras generaciones.
4. Cumplir con las normas y leyes de convivencia social y denunciar a sus infractores; obedecer a las autoridades y denunciar sus abusos y desafueros.
5. Enriquecer el entramado social participando activamente en la vida de comunidad: condominio, barrio, ciudad.
6. Ejercer en forma honesta y libre su derecho a voto en la elección de sus representantes y gobernantes.
7. Aceptar cargos de responsabilidad pública cuando las circunstancias o la comunidad lo requieran y ejercerlos con competencia y honestidad.
8. Pagar en justicia los impuestos y erogaciones establecidas para el mantenimiento del Estado y el bienestar del cuerpo social.
9. Defender celosamente sus propios derechos y los de los demás seres especialmente aquellos de los más débiles y desprotegidos y cumplir estrictamente sus propios deberes.
10. Cultivar en sí mismo, en su hogar y en todos sus comportamientos y relaciones aquellos valores de respeto, justicia, tolerancia, solidaridad y fraternidad que hacen posible una armoniosa convivencia.
Reflexión
Realice una reflexión sobre cada uno de estos principios y cuales practica y cuales no
TEMA: SOY INTELIGENTE
LA SENDA DEL BECERRO
Cierto día por un bosque espeso, caminaba un becerro;
abría una trocha torcida, en busca de comida.
Trescientos años han transcurrido,
y el becerro ha fallecido.
Del sendero trata este cuento, que continúa al momento:
Un perro solitario tomó la senda, en busca de merienda;
un carnero cabecilla llegó luego,
y su huella dejó en el suelo;
tras de él siguió su rebaño numeroso,
por el sendero tortuoso;
otros animales fueron pasando,
y la trocha se fue ampliando.
Muchos hombres más tarde llegaron,
y la misma senda usaron.
Que era torcida todos decían, y ¡cuánto maldecían!
Pero aunque mucho tiempo perdían, por allí mismo seguían.
La senda llegó a ser un camino; ese fue su destino.
Muchos coches por éste pasaron; las carretas no faltaron.
Los caballos también por allí fueron,
y el ardiente sol sufrieron.
Al becerro todos imitaron; otra senda no formaron.
El tiempo con rapidez pasó, y un pueblo allí se fundó;
el camino era la calle central,
y sus curvas algo especial.
Gran ciudad este pueblo llegó a ser, ¡era cosa de ver!
¡Cuántos hombres habrán caminado, por el sendero citado!
Actualmente la torcida vía existe todavía.
Miles de personas por la vía van,
en busca de dinero y pan;
Continúan siguiendo sin saberlo, la senda del becerro.
Incontables horas han perdido, por el camino torcido.
Porque lo establecido gusta, y lo otro nos asusta.
Aunque no es mi intención predicar, algo quisiera indicar:
- Muchos hombres que a ciegas caminan;
en becerros se confían;
Sin descanso viven trabajando, a otros siempre imitando.
Saben que el camino es torcido,
y aunque no tenga sentido,
se obstinan por seguir el largo trecho,
sólo porque otros lo han hecho.
Del sendero hacen vida sagrada, y su vida se degrada,
ya que la senda del becerro siguen,
sin saber lo que persiguen.
Sobre este cuento debes meditar, y la lección no olvidar.
(Sam Walter Foss).
Responde por escrito en tu cuaderno
- ¿Cuáles son las principales enseñanzas de este escrito?
• Redacta una pequeña frase o refrán que resuma el mensaje principal.
TEMA: EL TRABAJO HUMANO
TRABAJO Y DIGNIDAD HUMANA
El aire era corrompido y denso, y las paredes
goteaban, chorreantes de humedad.
El joven rey se adelantó hacia uno de los
tejedores y se detuvo ante él y le miró.
Y el tejedor le miró iracundo y dijo:
-¿Por qué me vigilas? ¿Eres acaso un
espía colocado aquí por nuestro amo?
-¿Quién es tu amo? -preguntó el joven rey.
-¡Nuestro amo! -exclamó el tejedor con
amargura. Es un hombre como yo. Realmente
no hay más diferencia entre nosotros: que él
lleva ricos vestidos y yo llevo andrajos, y que
mientras yo padezco de hambre, él sufre, y no
poco, de hartura.
-El país es libre -dijo el joven rey-, y
tú no eres esclavo de nadie.
-En la guerra -contestó el tejedor-, el
fuerte esclaviza al pobre. Nosotros tenemos que trabajar
para vivir, y nos dan salarios tan reducidos que
nos morimos. Trabajamos durante todo el día
para ellos, y ellos amontonan oro en sus cofres,
y nuestros hijos desaparecen prematuramente, y
las caras de los que amamos se vuelven duras y
perversas. Pisamos la uva y otros beben el vino.
Sembramos el trigo y carecemos de pan en nuestra
propia mesa. Llevamos cadenas, aunque los
hombres nos llamen libres.
-¿Y sucede así con todos? -preguntó el rey-.
-Sucede así con todos -respondió el
tejedor-: con el joven y con el viejo, con la
mujer y con el hombre, con el niñito y con los
que están cargados de años. Los comerciantes
nos oprimen y tenemos que acatar sus órdenes.
El sacerdote va montado a caballo rezando su
rosario, y nadie se ocupa de nosotros. Por nuestras
callejuelas sin sol se arrastra la Pobreza y con
sus ojos famélicos y el Pecado con su rostro
corrompido marcha tras ella. La Miseria nos
despierta en la mañana, y la vergüenza se sienta
con nosotros por la noche. Pero, ¿Qué te importa
a ti eso? Tú no eres de los nuestros, tu cara es demasiado feliz.
ÓSCAR WILDE
Escribe en tu cuaderno la enseñanza que deja para tu vida este poema
TEMA: MI PASO POR LA VIDA
LA ETERNA JUVENTUD
“La juventud no es una época de la vida sino un estado mental. No consiste en tener
mejillas sonrosadas, labios rojos y piernas ágiles. Es cuestión de voluntad; implica una
cualidad de la imaginación; un vigor de las emociones; es la frescura de las profundas
fuentes de vida.
Juventud es el predominio temperamental del arrojo sobre la pusilanimidad de los
apetitos: del ímpetu aventurero sobre el apego a la comodidad.
Nadie envejece meramente por el número de años que ha cumplido. Envejecemos
cuando desertamos de nuestros ideales.
Los años pueden arrugar la piel; pero cuando se renuncia al entusiasmo, le salen arrugas
al alma.
Las preocupaciones, el temor, la falta de confianza en uno mismo, encogen el corazón
y aniquilan el espíritu.
Lo mismo a los 60 años que a los 16, en todo corazón humano palpita el ansia por lo
maravilloso, en constante apetito por lo que ha de venir y la alegría inherente al fuego
de la vida.
En el centro del corazón (el tuyo y el mío) hay una estación de radio. Mientras reciba
mensajes de belleza, esperanza, alegría y fuerza, tanto de los seres humanos cuanto del
infinito, seguirás siendo joven.
Cuando se abatan tus antenas, cuando las nieves del cinismo y el hielo del pesimismo
cubran tu espíritu, entonces sí habrás envejecido, aunque sólo tengas 20 años. Pero
mientras tus antenas sigan en alto, dispuestas a captar las ondas del optimismo, hay
esperanzas de que mueras joven, aún cuando seas un octogenario” (Samuel Ullman).
Reflexiona
• ¿Qué actitudes debes desarrollar para cumplir el ideal del documento?
• ¿Qué caracteriza a la juventud?
• ¿Eres joven? ¿En cuáles aspectos y en cuáles no?
TEMA: MI VIDA ESTA RODEADA DE VALORES Y CARGADA DE RESPONSABILIDADES
SI VOLVIERA A NACER
Si pudiera recomenzar mi vida, trataría de correr más riesgos, evitar menos errores y
tener menos temores.
No buscaría ser perfecto, sino simplemente humano.
Mi vida no sería tan sensata, responsable y calculada.
Tomaría menos con seriedad, prefiriendo ser considerado tonto y superficial que astuto
y trascendental.
Trataría de vivir con autenticidad; obraría a conciencia sin esperar elogios ni temer
condenas.
Trabajaría menos y mejor, ejerciendo sin complejos de culpa mi derecho a la pereza.
Haría más viajes, olería más flores, gustaría más vinos, comería más quesos.
Contemplaría más amaneceres y atardeceres; cuidaría más árboles, subiría más
montañas, me sumergiría en más ríos y cascadas.
Besaría más mujeres, acariciaría más niños y llevaría más dulces a mi madre.
Sería más amplio y generoso conmigo mismo y con los demás; daría sin esperar
agradecimiento, y amaría sin exigir respuesta.
Disfrutaría el ahora con racionalidad y sin pensar tanto en el futuro; caminaría más
despacio y más tranquilo.
Trataría de no molestarme ni molestar a los demás con problemas reales o imaginarios.
Sería más sencillo, menos arrogante y complicado.
Hablaría menos y escucharía más, y de mi boca no saldrían palabras generadoras de
amargura.
Me sentiría y comportaría como hijo del Universo y hermano de todos los seres.
Construiría a mí alrededor serenidad y armonía.
Contemplaría todo bajo la dimensión de la infinitud y de la eternidad.
Experimentaría y expresaría siempre el orgullo y la alegría de vivir.
Lamentablemente ya soy persona madura y no me queda otro camino que dedicarme a
vivir en pocos años aquello que no he vivido en muchos, ya que mientras haya un
hálito de vida nada me será demasiado tarde... Y moriré tranquilo si al menos un joven
ha aprendido la lección.
Responde en tu cuaderno
• ¿Qué valores hay en este escrito?
• Si volviera a vivir... (añade).